miércoles, 24 de septiembre de 2008

Mr 1.10 “…al Espíritu como paloma que descendía sobre él.”

He aquí el secreto de la vida de Jesús.
Al empezar su ministerio fue lleno del Espíritu Santo y, durante toda su vida, fue guiado por él. Antes de realizar milagros, de enseñar a multitudes y de elegir a sus discípulos, el Espíritu como paloma descendió sobre Jesús. Y fue tan evidente que Pedro, tiempo más tarde dijo acerca de él: “…cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.” Hch 10.38
En nuestras vidas debemos pensar si estamos mostrando el poder de Dios y la unción del Espíritu Santo o si solamente buscamos tener fama y ser reconocidos. ¿Al vernos pueden decir que Dios está con nosotros o solamente “que buena persona que es”?
Deberíamos copiar en este punto a Jesús y antes de realizar cualquier obra o ministerio, esperar a que el Espíritu descienda sobre nosotros. Este es el secreto de una vida victoriosa. Este es la base para tener un ministerio como el de nuestro Señor Jesucristo. Para poder transformar el mundo debemos ser llenos del Espíritu Santo. Incluso Jesús les dijo esto mismo a sus discípulos “Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.” Hch 1.4-5
Y luego del bautismo con el Espíritu Santo la Biblia dice “…y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria… Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio.” Hch 8.1, 4.
La paloma es un símbolo de paz, y esto es precisamente lo que hace el Espíritu Santo, la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento. Solamente cuando vivimos en comunión con Dios, llenos de Su Espíritu es cuando podemos estar en paz. En el mundo hay muchas aflicciones, problemas económicos, injusticias, enfermedades, muertes. Razones más que suficientes para vivir estresados, pero sin embargo Jesús nos prometió “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” Jn 14.26-27
Vemos la relación entre el Consolador, que el Padre envía a sus hijos y la paz que nos da Jesús.
Por este motivo:
Para poder ser como Jesús,
Para vivir una vida como la que vivió nuestro Señor,
Para poder transformar nuestra ciudad, provincia o país,
Para tener una vida llena de paz
Debemos ser llenos del Espíritu Santo y vivir guiados por él.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Mr 1.8 “…él os bautizará con Espíritu Santo.”

Esta es la primera ocasión en que aparece el Espíritu Santo en el evangelio de Marcos.
En este versículo esta hablando Juan el bautista acerca de Jesús. Es interesante notar que en su mensaje destaca al Mesías, no habla de si mismo sino de aquel que “es más poderoso que yo”
Otra cosa que podemos ver es que el único que bautiza con el Espíritu Santo es Jesús. Y la única forma de ser bautizado es conociendo al Mesías. Hoy en día es muy común escuchar que para recibir el bautismo del Espíritu Santo es necesario hacer tal o cual cosa, o ir a tal evento, o que te ore alguien reconocido. Pero vemos que según este versículo es mucho más sencillo. Para ser bautizados y ser llenos del Espíritu Santo debemos conocer a Jesús. Debemos reconocer a Jesús como Señor y Salvador.
Hay personas a las que les cuesta reconocer a Jesús como Señor, aceptan su sacrificio en la cruz, pero quieren hacer su vida y vivir como les plazca. “Es muy bueno que Él haya muerto en mi lugar, para llevarme al cielo, pero yo decido que hacer con mi vida” dicen. A estas personas no les interesa ser bautizadas con el Espíritu Santo ya que no quieren que los guíe a toda verdad, aunque si les importa tener su poder para hacer milagros o el consuelo que nos da al enfrentar una crisis.
Por otro lado hay gente a la que le es fácil aceptar a Jesús como Señor, pero les cuesta entender que también es el Salvador. Piensan que por sus meritos llegaran al cielo. Por sus buenas obras. Que la gracia de Dios es para los muy pecadores, pero que a ellos no les hace falta. No comprenden que hacemos buenas obras porque ya somos salvos y no para ser salvos. A estas personas se les hace difícil entender el concepto de la gracia. Tampoco pueden recibir el Espíritu Santo por gracia ya que no hay que hacer nada para obtenerlo, ningún esfuerzo humano, sino que es un regalo de Jesús; por lo que desesperadamente intentan “ganar” el bautismo del Espíritu Santo haciendo cualquier “nuevo” método que sale para recibirlo.
Amados, entendamos que para vivir la vida cristiana llenos del Espíritu Santo debemos primeramente conocer a Jesús, lo que Él ha hecho en la cruz, su muerte y resurrección. Reconocerlo como nuestro Señor, obedecerlo en todo lo que Su palabra nos dice.También saber que Jesucristo es nuestro Salvador, que vamos al cielo por su obra en la cruz y que somos justificados por su sangre.