lunes, 29 de junio de 2009

Santiago 1.19-27

Vr.19-22

Estar dispuesto a escuchar, lento para hablar y enojarse. Pues en la ira del hombre no se puede vivir en la voluntad del Dios que es vivir en su justicia.

Limpiarnos de nuestras vidas el pecado y la maldad para si recibir con humildad la palabra de Dios, sembrada para ser salvos.

Cumplirla. No solamente debemos estar dispuestos a oír la palabra de Dios, sino también obedecerla.

Vr 22-25 Diferencias del Oidor y el Hacedor

El Oidor: Se engaña a si mismo; creyendo algo que no es.
Se olvida de ella al no ponerla en práctica.

El Hacedor: Bienaventurado: Feliz, bendecido.
Persevera en hacer la ley de Dios.

Cuando Santiago menciona la perfecta ley de la libertad esta hablando, no la ley de Moisés; sino de la libertad dada por el Espíritu Santo. El nuevo pacto que es superior a la otra.

Vr 26-27

Santiago nos habla en un contexto judío, cuando nos habla de religioso, sus receptores de la carta pensarían en los fariseos o los sacerdotes que ellos creían superiores en gran posición elevada del resto del pueblo, lo que nos quiere decir es que si alguien se cree superior espiritualmente pero no sabe controlar sus palabras se esta engañando o si mismo y todo lo que se cree es vano, no vale nada.
La verdadera religión pura y sin mancha es ayudar al que lo necesita y vivir sin dejarse influenciar por lo que el mundo ofrece.

viernes, 5 de junio de 2009

Santiago 1.12-18

Santiago 1.12 - 15 Tentación

12 Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. 13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; 14 sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. 15 Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.

Bienaventurado, doblemente feliz, la persona que soporta la tentación.

La diferencia entre tentación y prueba es que esta es para perfeccionarnos, mientras que la primera es para que pequemos y abandonemos el camino de Dios.

Por eso la promesa de que al haber resistido la tentación, recibiremos la corona de vida que Dios nos ha prometido, ya que nos ama.

Luego Santiago hace una aclaración muy oportuna, ya que muchas veces pensamos que es Dios el que nos tienta, pero queda claro que Dios no puede ser tentado, no puede ser inclinado a hacer el mal, a pecar, ya que es Santo y no tiene ninguna relación con el pecado ni la tentación. El si nos prueba, pero como vimos antes es para perfeccionarnos.

La tentación proviene de nuestro viejo hombre, de nuestros viejos deseos pecaminosos, o como lo dice Santiago, de nuestra concupiscencia. Somos atraídos y seducidos, comenzamos a pensar en esa tentación, a verla no tan mala, a decir que en nuestro caso estaría bien… y cuando dejamos que esos pensamientos y sentimientos aniden en nuestra cabeza, queremos realizar la tentación, la vemos como posible y hay es cuando pecamos. Y el pecado solo trae como consecuencia muerte, separación, con la persona que ofendimos, tal vez amigos o familiares, pero sobre todo nos aleja de la presencia de Dios.

Concupiscencia -> Pecado -> Muerte

16 Amados hermanos míos, no erréis.

Santiago nos vuelve a recalcar que no erremos, por un lado que no pensemos que las tentaciones provienen de Dios, pero también que no pequemos, ya que esto solo provoca muerte.

17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.

Todos los regalos y los dones que recibimos, lo bueno que nos pasa, desciende de nuestro Padre, de Dios, el cual es inmutable. No cambia ni siquiera hay una pizca de cambio. El es el mismo por siempre, nosotros cambiamos, envejecemos, modificamos nuestros pensamientos y actitudes, pero Dios sigue siendo el mismo, aunque nosotros pecamos y caemos en tentación, Él sigue siendo Dios que nos da dones y dádivas buenas. Que hace salir el sol sobre buenos y malos. De este solo versículo podemos aprender que Dios es bueno (para dar buenas dadivas hay que ser bueno), es la luz del mundo (ya que es el Padre de las luces) y no cambia (no hay mudanza)

18 El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.

Es su voluntad que naciéramos, es su voluntad que estemos aquí hoy, es su voluntad que hayamos nacido de nuevo por conocerlo a Jesús, la palabra de verdad, el verbo. A través de Su Palabra y del Espíritu Santo, dos agentes de la verdad, hemos vuelto a nacer para ser primicias, los primeros frutos, los escogidos, los mejores, de sus criaturas, de todo lo creado.

jueves, 21 de mayo de 2009

SANTIAGO 1.1-11

1.1 Saludo
  • Santiago hermano del Señor, al principio no creyó en él hasta que se encontró con el Cristo Resucitado 1Cor 15.7; y se convirtió en una de las columnas de las iglesias de Jerusalén. Se considero así mismo siervo, No se vanaglorió de su posición.
  • Llama a Jesús Señor.
  • Se dirige a las doce tribus que son el pueblo de Dios, o sea nosotros.

1.2-8 Fe vs Duda

1.2 Regocijarnos: Cuando somos sometidos a prueba. Ese debe ser nuestra reacción, que no es solo una emoción sino una elección deliberada

1.3 Conoce: Cuando tu fe es sometida a prueba, da como fruto paciencia. (Capacidad de resistir). La prueba permite verificar la verdadera fe y no es falsificada

1.4 Resiste: De manera que Dios tenga tiempo suficiente para hacerte semejante a el por medio de la prueba. Esta limpia, purifica y perfecciona nuestra fe.

Fe + prueba = paciencia -> perfección

1.5 ¡Pide a Dios sabiduría!: Cuando venga la prueba sino sabes que hacer, El sabe y quiere ayudarnos. Recordemos que sabiduría no es tener mucho conocimiento, sino poder aplicar lo que sabemos para gloria de Dios y beneficio de los que nos rodean. Es saber que Dios sigue al control de todo y que debemos amarlo y obedecerlo pese a la prueba.
Dios da generosamente sin menospreciar a nadie.

1.6 Pedir sabiduría pero con fe que es la misma que es probada.

1.6-8 Duda

1.6 Cambia de Opinión: Semejante a la onda del Mar.

1.7 Si pide algo a Dios no lo va a recibir.

1.8 Inconstante en todo lo que hace.

1.9-11 Pobre vs Rico
  • Pobre: Se debe gloriar en que Dios lo exalta. Dios lo hace su hijo y puede participar de sus bendiciones
  • Rico: Se debe gloriar de la humillación. Recordar que Dios nos quiere humildes, que no es poderoso porque tenga riquezas ya que estas se marchitaran como la flor de la hierba.

martes, 12 de mayo de 2009

Mr 11.18”… todo el pueblo estaba admirado de su doctrina.”

Jesús está en Jerusalén, ha entrado montado en un pollino, mientras la multitud gritaba “¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas!”. Al entrar en la ciudad Jesús se dirigió al templo, miro alrededor y como ya anochecía se fue a Betania con sus discípulos.

Al otro día, ocurre el episodio con la higuera estéril, símbolo de Israel, abundancia de hojas, apariencia de árbol vivo y bueno, apariencia de buenas obras, pero sin fruto, sin la vida de Dios, sin cumplir su propósito. Y al ver la higuera sin frutos, le dijo “Nunca jamás coma nadie fruto de ti.” Que palabras duras, para temblar, porque exactamente eso fue lo que le paso al templo y a Jerusalén, se secaron, quedaron destruidos por no buscar a Dios, por aparentar espiritualidad, “Este pueblo de labios me honra, mas su corazón está lejos de mí.”. Desafiando a Dios con sus tradiciones humanas.

Luego de este episodio con la higuera, Jesús entra al templo y comenzó a echar a los vendedores y cambistas, que se enriquecían por medio de la religión, se aprovechaban de los pobres, de los que venían de lejos a adorar en el templo. Claro que al verse los sacerdotes sin su fuente de ingreso se enojaron con Jesús y querían matarle. Pero a la vez, le tenían miedo (increíble que sacerdotes le tengan miedo a un predicador itinerante ex – carpintero, ¿no?) porque el pueblo estaba admirado de la doctrina de Jesús. Igual que pasó en las sinagogas de Galilea, una provincia alejada de Jerusalén, así pasa ahora en esta gran ciudad, llena de maestros de la ley, sacerdotes y escribas. El pueblo admiraba las enseñanzas de Jesús, porque el vivía lo que predicaba, el enseñaba con autoridad, no solo eran palabras sino una vida de acción que respaldaba lo que decía. Y como no se iban a maravillar y como no iba a ganarse a los “lideres espirituales” de enemigos?

Jesús, en este pasaje, nos deja una advertencia sobre los falsos líderes, que se secaran como la higuera estéril, y un ejemplo de cómo ser un verdadero líder, viviendo lo que enseña, asombrando a los que nos escuchan.

viernes, 8 de mayo de 2009

Mr 7.7 “…Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres.”

En este pasaje vemos el contraste entre la doctrina enseñada por Jesús que proveniente de Dios, y la enseñada por los fariseos, que es llamada mandamientos de hombres.


1. ¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos inmundas?

Vemos a los fariseos condenando a los discípulos por no lavarse las manos al comer. Ellos están interesados en cumplir cada una de las tradiciones para así parecer más buenos y espirituales ante los demás judíos.

2. ¿Cuál fue la respuesta de Jesús?


Jesús los desenmascara diciendo que están cumpliendo lo dicho por el profeta Isaías, o sea, tienen el corazón lejos de Dios, y solo se preocupan por enseñar mandamientos establecidos por los hombres y no por Dios, incluso hasta llegan a invalidar los mandamientos dados por Dios con sus propias tradiciones.

Debemos tener mucho cuidado de no caer en el mismo error que los fariseos, ya que las tradiciones pueden apartarnos de Dios al conseguir nuestra propia auto-justificación. Debemos tener nuestra mente siempre atenta a la Palabra de Dios, a desechar doctrinas de hombres y obedecer lo que Dios nos ha mandado.
Muchas veces nosotros fabricamos tradiciones basadas en la Palabra de Dios, y nos vamos acostumbrando a seguir estas tradiciones o mandamientos de hombres. Al pasar el tiempo solamente se recuerdan las tradiciones pero no el origen (la Biblia) y se siguen practicando porque “siempre se hizo así”.
Cada vez que la tradición pese mas que la Biblia debe ser desechada o al menos examinada para restituirla a su estado original. Esto nos mantendrá con un espíritu humilde y cerca de Dios, ya que sabremos que no nos podemos salvar a nosotros mismos por nuestra justicia sino que dependemos de la justicia de Dios.

También, como lo señala Jesús, las tradiciones solo se interesan por lo exterior, por lo que “entra al hombre” mientras que lo que nos tiene que preocupar es lo que “sale del hombre”. En otras palabras las tradiciones solo se preocupan por lo externo, que parezcamos buenos, limpios y sin pecado, mientras que la Palabra de Dios llega el corazón, las intenciones ocultas y busca cambiar a la persona de a dentro hacia fuera. No solo se preocupa de que parezcamos buenos sino que nos transforma para que lo seamos.

jueves, 30 de abril de 2009

La semilla de mostaza Mr 4.30-32

“Decía también: ¿A qué haremos semejante el reino de Dios, o con qué parábola lo compararemos? Es como el grano de mostaza, que cuando se siembra en tierra, es la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra; pero después de sembrado, crece, y se hace la mayor de todas las hortalizas, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo pueden morar bajo su sombra.”

En esta parábola Jesús nos esta enseñando como es el reino de Dios en la vida de las personas.
Primero parece insignificante, pequeño como una semilla de mostaza, ya que al principio no se nota, ya que el cambio o el crecimiento comienza en el interior de la persona.
Al sembrarse en buena tierra (parábola del sembrador), tener luz (la luz en el candelero) y dejando que Dios la haga crecer sin esfuerzos humanos (crecimiento de la semilla), puede llegar a crecer hasta ser un gran árbol.
Es, a medida que crecemos en el conocimiento de la Palabra de Dios, en nuestra intimidad con El, que el reino de Dios llega a ser lo mas importante, y en nuestra vida alcanza a notarse en el exterior, Jesús dice también que al vernos vendrán a refugiarse en el árbol, en nuestra madurez cristiana, así los que no conocen a Dios podrán acercarse a El.

martes, 10 de marzo de 2009

Crecimiento de la semilla Mr 4.26-29

“Decía además: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo. Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga; y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado.”

Jesús esta enseñando en esta parábola que el crecimiento de nuestras vidas en el reino de Dios, no depende de lo que los hombres puedan hacer, sino que es un misterio para nosotros, tanto el crecimiento de una planta como el crecimiento espiritual. (cuando un hombre echa semilla en la tierra; y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo )

Podemos ver su relación con las parábolas anteriores, ya que el crecimiento y llevar fruto depende en primer lugar de la tierra. Según el tipo de tierra en que se siembre obtendremos fruto o no.

También con relación a la luz y a oír la Palabra de Dios, ya que eso nos permite crecer. La luz de Dios nos permite ver en la oscuridad y quitar toda la maleza (pecado) que nos impide crecer. La luz permite, en la plantas realizar la fotosíntesis, para poder alimentarse y crecer, así también la Palabra de Dios es nuestra comida espiritual para llegar “…a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” Ef 4.13
Y cuanta más luz recibamos de su Palabra, creceremos y llevaremos fruto.

A medida que maduremos iremos dando frutos, hasta que cumplamos el propósito de Dios para nuestra vida y entonces, Él nos llevará ante su presencia.

martes, 3 de febrero de 2009

Oír y medir Mr 4.24-25

“Les dijo también: Mirad lo que oís; porque con la medida con que medís, os será medido, y aun se os añadirá a vosotros los que oís. Porque al que tiene, se le dará; y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.”

Jesús dice que debemos examinar y prestar atención a lo que escuchamos, a lo que oímos.
Es la Palabra de Dios, lo que Jesús esta enseñando.

1. Porque con la medida con que medís...

¿Qué medimos? Lo que escuchamos. De la manera en que entendamos, apliquemos y meditemos en la palabra de Dios, así de esa manera Dios nos va a medir a nosotros y aun se nos añadirá si escuchamos lo que Dios nos dice.

2. os será medido.

¿Cómo nos va a medir Dios? Dándonos. Dice que al que tiene, tiene la palabra de Dios en su vida, en su corazón, tiene amor por Dios y su obra, tiene un corazón dispuesto a escudriñar la escritura, se le dará,

3. se os añadirá a vosotros los que oís. Porque al que tiene, se le dará; y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.

¿Qué nos dará? Más de su palabra, más luz para que alumbre nuestro entendimiento, más sabiduría. Pero al que no guarda la palabra de Dios en su corazón ni la pone por obra, aun lo que poquito de Dios que haya escuchado y entendido se le quitara porque no lo pone por obra, como en el caso de las semillas y los terrenos duros, con piedras o entre espino que no dieron frutos.

lunes, 5 de enero de 2009

La luz en el candelero Mr 4.21-23

“También les dijo: ¿Acaso se trae la luz para ponerla debajo del almud, o debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero? Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz. Si alguno tiene oídos para oír, oiga.”

En este pasaje Jesús esta enseñando que la luz sirve, no para esconderla sino para que alumbre, y se coloca en algún lugar desde donde pueda iluminar bien.
Jesús, nuestro Señor, es la Luz del mundo. Él vino a la tierra como la luz y alumbró a los que lo escuchaban. Hoy nosotros tenemos a Dios en nuestros corazones y debemos llevar su luz bien en alto. Su mensaje debe ser escuchado por todos los que nos rodean, no debemos escondernos bajo la cama, temblorosos y con miedo, antes debemos anunciar al mundo sobre Jesús, su muerte, resurrección y sobre la salvación que Él nos da si confesamos nuestros pecados y lo reconocemos como Señor y Salvador.
La luz alumbra lo oculto, lo escondido. Los pecados que no queremos que otros vean, las acciones que hacemos en la noche, en la oscuridad quedan expuestos cuando la luz de Cristo entra en nuestros corazones. Debemos sacar todas nuestras suciedades e inmundicias que tenemos escondidas de la vista de los hermanos y pastores de la iglesia, dejar que la luz de Dios se derrame en nuestros corazones para vivir la vida que nuestro Señor quiere darnos.

Recordemos que no nos podemos esconder de esa luz, tarde o temprano se sabrá lo que hemos hecho y las intenciones del corazón. Todo saldrá a la luz, por eso si tenemos oídos para oír, prestemos atención a los que Dios nos esta diciendo antes de que sea demasiado tarde.