jueves, 8 de marzo de 2012

Misión Esperanza: Venga tu reino


En este capítulo vamos a estar viendo un tema muy importante para nosotros. Las prioridades. A veces corremos detrás de las urgencias, viviendo en la tiranía de lo urgente, o hacemos lo primero que nos viene a la mano, pero en realidad debemos vivir según prioridades. Es por eso, que en el Padrenuestro, Jesús nos enseña a orar por nuestras prioridades al decir: Venga tu reino. Hágase tu voluntad en el cielo como en la tierra.
Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros, y eso es lo que debemos pedir en oración. Venga tu reino. Hágase tu voluntad. Son dos expresiones en presente, dos afirmaciones y declaraciones que se deben hacer parte de nuestra vida. Muchas veces utilizamos oraciones con suplicas débiles, “Dios ayúdame”, pero es hora de declarar con valor Venga Tu Reino, Hágase tu voluntad. Afirmémonos en las promesas de Dios para nuestra vida, y no dejemos que los intentos de Satanás por destruirnos impidan que el propósito de Dios se cumpla en nosotros. Para esto debemos dejar que las prioridades de Dios se establezcan en nuestra vida. Jesús lo expreso claramente cuando dijo "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas" (Mt 6:33). Debemos dejar de preocuparnos por las cosas urgentes y que día a día nos producen ansiedad, y debemos considerar como absoluta prioridad la voluntad de Dios en nosotros. A medida que vayamos orando por esto y buscando la guía de Dios, Él empezará a reorganizar nuestras prioridades y nuestra vida. Iremos obteniendo una correcta administración del tiempo.
Hay cuatro aéreas por las cuales debemos orar para que el reino de Dios se establezca y se haga su voluntad.
Usted mismo
Debemos comenzar con nosotros. A menos que nosotros estemos bien con Dios, nuestra oración por los demás no tendrá ningún resultado. Stg 5.16 dice que “… la oración eficaz del justo puede mucho”.
Debemos orar que el reino de Dios (su justicia, gozo y paz) se establezcan en nuestra vida y que la voluntad de Dios se realice cada día por el poder de Espíritu Santo.
Invitemos a Jesús a tomar el trono de nuestro corazón, que reine en nuestra vida y que nos enseñe cada día a poder administrar correctamente cada aspecto de nuestra vida. Oremos por cada tema con el que deberemos enfrentarnos en el día.
Que el Espíritu Santo nos llene de su poder, de sabiduría y gracia para poder vivir cada día en Su voluntad.
Es una buena decisión orar y organizar la agenda para ese día con Dios, y que Su Espíritu nos guie en todo lo que vayamos a hacer.
Este primer paso, como dije, es sumamente importante, porque si Jesús no es el Señor en nuestra vida, sobre el resto de las aéreas tampoco lo será. Dejemos que El haga su voluntad en nuestras vidas.
Su familia
Así como hemos orado por nosotros, debemos orar por nuestra familia. Por cada miembro en particular (esposa, hijos, padres, hermanos). Declaremos que el reino de Dios venga sobre cada familiar y que Su voluntad sea hecha en ellos. Hagamos peticiones especificas sobre cada uno, e incluso no tomemos esto como una rutina, porque si Dios nos guía a orar un poco mas por determinada persona, seamos sensibles al Espíritu Santo de Dios que nos irá guiando y enseñando como orar. Que no sean solamente oraciones de formulas repetitivas.
Recordemos que nuestras familias, son nuestra mayor prioridad y deben tener precedencia en nuestras vidas. Ya que muchos, tratan de ganar el mundo para Dios, pero terminan perdiendo a su familia. Oremos para que en nuestras familias la voluntad de Dios sea hecha.
Su iglesia
Nuestra tercera prioridad o área por la cual debemos orar que el reino de Dios se establezca es nuestra iglesia. Debemos orar por:
Pastor. Debemos pedirle a Dios que lo unja, lo llene de Su espíritu, de los dones y que le de dirección. Que siempre tenga corazón de pastor para ayudar a las ovejas y sabiduría al estudiar la Palabra.
Los líderes. Debemos orar por ellos, uno a uno, dejando que el Espíritu Santo nos guie sobre que orar, a veces hasta nos mostrará necesidades especificas. Oremos por cada área de la iglesia, para que crezcan sanamente. Fidelidad. Oremos pidiendo que las personas de la iglesia sean fieles a sus familias, a la visión que Dios ha dado a su iglesia, a Jesús. Que produzcan frutos ganando almas e intercediendo por otros. Que sean fíeles en la entrega de sus diezmos y ofrendas, y que sirvan a Dios como él merece ser servido.
Cosecha. Oremos para que Dios envíe las personas que vayan a ser salvas. Que nos de las estrategias para hablar a los perdidos, a los distintos grupos dentro de la sociedad. Que el Señor ponga palabra justa en nuestra boca para tocar los corazones de los inconversos. Que el poder de Dios se revele para mostrar la verdad de Su palabra. Hay una promesa de parte de Dios para nosotros y se encuentra en Is 43:5-7. Apropiémonos de esta promesa y hagámosla nuestra.
Su país
La cuarta prioridad es nuestro país. Oremos para que nuestros gobernantes tengan sabiduría de Dios para tomar decisiones. Oremos siempre de manera específica nombrando alcaldes, gobernadores, presidentes, etc. Aún por nuestros líderes espirituales. Oremos por la paz del país, por un avivamiento espiritual nacional.
El Señor también nos ordena orar por la paz de Jerusalén (Salmo 122:6), de manera que debemos orar por el éxito de la nación de Israel.
Incluso Dios puede poner en nuestro corazón orar por otra nación del mundo. Permita que Dios amplíe los límites de su oración.

Tal vez, ahora nos preguntamos: ¿Cómo hago para orar solamente una hora por todo esto? Y eso que recién vamos en el segundo punto. Vemos que orar una hora no es tan difícil como parece, ¿cierto?
El problema era que no sabíamos que decir o por que orar, y a los diez minutos, con suerte, se nos acababan las palabras. Por eso Jesús nos dejo este bosquejo de oración para que lo sigamos.
Si en algún momento se le agota el tiempo para orar, y no ha podido terminar, puede interrumpir su oración y luego continuar desde donde dejo, en cualquier otra oportunidad que tenga durante el día. Que nuestra vida se vuelva una vida de oración.

El siguiente bosquejo es para anexarlo al de la semana pasada.

Haga una declaración de fe: "Venga tu reino. Hágase tu voluntad" sobre las cuatro aéreas principales.
1.       Usted mismo
1.1.     Asegúrese de estar en buenas relaciones con Dios.
1.2.     Pídale a Jesús que ocupe el trono de su vida y gobierne en cada esfera.
1.3.     Permanezca delante del Señor hasta que el curso del día quede establecido, y el Espíritu de Dios esté activo dentro de usted.
1.4.     Que Dios ordene sus prioridades
2.       Su familia
2.1.     Su cónyuge
2.2.     Sus hijos
2.3.     Padres
2.4.     Hermanos
2.5.     Otros miembros de la familia
3.       Su iglesia
3.1.     Su pastor
3.2.     Los líderes de la iglesia
3.3.     La fidelidad en las personas
3.4.     La cosecha
4.       Su país
4.1.     Los líderes políticos de la ciudad, del estado, del país
4.2.     Los líderes espirituales
4.3.     El avivamiento

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