Lo
que hagamos en alguna gran ocasión probablemente dependerá de lo que ya somos;
y lo que somos será el resultado de los años previos de autodisciplina.
H.
P. Liddon
La
disciplina es el fuego purificador por el que el talento se convierte en
capacidad.
Roy
L. Smith
DEFINICIÓN
Disciplina: hacer lo que realmente no
desea hacer para poder hacer lo que realmente quiere hacer. Pagar el precio en
las cosas pequeñas para poder comprar la grande.
Ningún individuo tiene éxito sin
disciplina, tampoco puede lograrlo ningún equipo. Se necesitan jugadores
disciplinados.
Disciplina en tres áreas:
1. Una mente disciplinada
a. No llegará lejos en la vida si no usa la cabeza. No necesita ser un
genio; sólo necesita usar la mente que Dios le dio.
b. Mantener la mente activa, aceptar con regularidad desafíos mentales
y estar pensando permanentemente en cosas buenas.
2. Emociones disciplinadas
a. Dos alternativas: las controlan o son controlados por ellas.
b. Controlar las emociones no significa ignorarlas.
c. Quiere decir que no le impide hacer lo que debe hacer y no deja que lo
lleven a hacer cosas que no debería hacer.
3. Acciones disciplinadas
a. La acción separa a los ganadores de los perdedores.
b. Cuando las personas practican la acción disciplinada, los que
dependen de ellos se benefician.
EQUIPO BÍBLICO
Pablo enseñó a su equipo a ser
disciplinado; tomemos por ejemplo las palabras que le dice a Timoteo: “Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura,
la exhortación y la enseñanza. No descuides el don que hay en ti, que te fue
dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. Ocúpate
en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto
a todos. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues
haciendo esto, te salvaras a ti mismo y a los que te oyeren.” 1 Ti 4,13.16
Aquí vemos que Pablo insta a Timoteo a
ser disciplinado en cuanto a la doctrina, a la lectura de la Palabra, para
poder enseñarla y exhortar. Y también a que sea disciplinado en el don que
tenía. Porque todo esto trae un gran beneficio. Salvación propia y de los que
oyeren. Si aprendemos a ser disciplinados en aprender la Verdad y a usar el don
que Dios nos ha dado, obtendremos grandes resultados, como los tuvo Timoteo.
También vemos que Pablo era muy
disciplinado: “¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad
corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.
Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una
corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta
manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea
al aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que
habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado” 1 Co 9.24-27
En este pasaje Pablo compara la vida
cristiana como una carrera en el estadio, una maratón, donde solo uno, el
mejor, el más rápido, el mejor entrenado, se lleva el premio. Y para ser el
mejor sigue una rigurosa disciplina. Lo mismo un luchador, en cuanto a sus
comidas, a las horas de ejercicios y tiempo libres, mantienen una disciplina
estricta para llegar a ser los mejores y ganar. Y si ellos pueden ser
disciplinados para conseguir una corona corruptible, como puede ser un trofeo,
un premio o ser famoso. Cuanto más nosotros nos tenemos que disciplinar para
obtener el propósito de nuestra vida, para ser exitoso en lo que hagamos y
colaborar con nuestro equipo dando lo mejor de nosotros.
Que tristeza, que por causa de nuestra
indisciplina no alcancemos el objetivo o seamos descalificados de
la carrera de la vida.
PARA PENSAR
¿Cómo actúo cuando se trata de
disciplina? ¿Acepto retos mentales o físicos sólo por la práctica? ¿O estoy
constantemente buscando la forma de permanecer en mi zona de comodidad? ¿Me
lamento a veces por no haber sido capaz de hacer lo que sabía que era correcto?
PARA HACER
Para llegar a ser más disciplinado…
·
Reforza tus hábitos de trabajo.
Disciplina significa hacer las cosas correctas en el momento correcto y por la
razón correcta. Revisa tus prioridades y analízalas para ver si estás en la
senda correcta. Y para mantener la disciplina, hace todos los días algo
necesario aunque no te agrade.
·
Acepta un desafío. Para
fortalecer tu mente y voluntad, asume una tarea o adopta un proyecto que te
resulte atractivo. Llevarlo a cabo exigirá que pienses con agudeza y actúes con
disciplina. Mantenete haciendo esto y verás que sos capaz de hacer mucho más de
lo que te imaginabas.
•
Controla tu lengua. Si algunas veces reaccionas emocionalmente, el
primer paso para mejorar es dejar de decir cosas que sabes que no debes decir. Controla
tu lengua por cinco minutos en alguna situación irritante, toma un rato para
tranquilizarte y mira las cosas más racionalmente. A medida que uses esta
estrategia seguido iras controlando mejor tus emociones.
CONCLUSIÓN
Si no le tenes miedo a la disciplina
podes dar el máximo. Si le tenes miedo a la disciplina seguramente harás lo
mínimo.
Una persona que carece de disciplina está en un
calabozo sin barrotes. ¿Están sus hábitos haciendo de usted un prisionero?
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