viernes, 24 de octubre de 2008

Mr 13.11 “…no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo.”

Esta promesa es para los que han conocido a Jesús y lo han aceptado como Señor y Salvador, es para aquellos que son llenos del Espíritu Santo y son guiados por él.
Nos dice que no nos preocupemos, que no pensemos en que vamos a hablar o responder cuando estemos ante personas para compartirles el evangelio, porque el objetivo de ir ante reyes y gobernadores es predicarles a Cristo para que las buenas noticias sean escuchadas en todas las naciones y etnias.
Nuestro Señor nos dice que el Espíritu Santo que mora en nosotros, del cual debemos ser llenos todos los días, él hablará por nosotros, él, en estas situaciones tensas, de estrés y angustia, se encargará de darnos las palabras justas y necesarias para extender el evangelio, aún ante personas de autoridad y poder seculares.
Es importante resaltar que nuestra preparación, estudios y conocimientos son insuficientes para predicar las buenas nuevas sino tenemos al Espíritu Santo en nosotros. Podremos ser muy elocuentes, hablar con bellas palabras y tener un gran carisma, pero eso de nada servirá sin la guía del Espíritu, el cual nos dará lo que tenemos que decir. Recordemos que es él el que redarguye al mundo de pecado, de juicio y de justicia. Es su palabra la que conmueve los corazones y no nuestra exposición convincente. Dios es el que hace la obra utilizándonos. Todo lo demás es solo un esfuerzo humano por intentar hacer la obra de Dios.
También podemos destacar que si somos aborrecidos por todos, aunque todos nos dejen, nuestros padres, hijos, amigos, nuestro Dios estará con nosotros, él hablará por nosotros. El Espíritu Santo estará con nosotros incluso en estos momentos difíciles de atravesar, aunque todos los demás nos dejen y aborrezcan por ser fieles a Dios. Él ha prometido estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. El permanece fiel, y si nosotros sufrimos desprecios o burlas, o incluso cosas peores como castigos físicos o la cárcel por su causa, entonces somos bienaventurados.

1 comentario:

Anónimo dijo...

!!!!! FELICITACIONES !!!!!!

MUY BIEN EXELENTES COMENTARIOS DE ESTUDIO BIBLICO.