El
secreto del éxito es la constancia en el propósito.
Benjamin
Disraeli
Quien
tiene un “por qué” vivir podrá soportar casi cualquier “cómo”.
Friedrich
Nietzsche
DEFINICIÓN
Ser
consciente de nuestra misión significa que todos tenemos un propósito, un
porque estamos en esta tierra. Nadie esta de casualidad, ni por error. Es
perseguir el objetivo, la meta que pretendemos alcanzar.
Para esto
debemos tener ciertas cualidades:
1.
Saber hacia dónde va el equipo
a.
En el sentido de misión hay un
inmenso poder.
b.
Cuando descubres tu misión,
sentirás sus demandas. Te llenará de entusiasmo y un deseo ardiente de empezar
a trabajar en eso.
c.
Ese sentido de deseo, y de
dirección, es tan indispensable para que un equipo tenga éxito como lo es para
un individuo.
2.
Permitir que el líder del
equipo dirija
a.
Cada vez que el miembro de un
equipo entorpece la acción del líder, aumenta la posibilidad que el equipo no
alcance sus metas.
b.
Liderazgo es la capacidad de
transformar en realidad una visión.
3.
Los logros del equipo van por
encima de los personales
a.
El trabajo en equipo siempre
requiere sacrificio.
b.
Poner los logros del grupo por encima
de los personales. Esto es lo que se necesita para alcanzar la misión del
equipo.
c.
A menudo esto significa
sacrificar metas personales.
4.
Hacer lo que sea necesario para
lograr la misión
a.
Si el éxito puede llegar al
equipo sólo porque te comprometes, intentas hacer algo nuevo o por posponer tu
agenda personal, entonces eso es lo que necesitas hacer.
EQUIPO
BÍBLICO
En el equipo
de Pablo, siempre estuvieron consientes de su propósito y de su misión. Pablo
sacrificó su vida, al igual que su equipo para cumplir con el plan de Dios para
sus vidas. Esto lo vemos en las cosas que sufrieron: cárceles, hambre,
persecuciones, desnudez, rechazos, naufragios, y muchas otras cosas más con tal
de completar el cometido.
Veamos un poco la manera de pensar de
Pablo “Hermanos, yo mismo no pretendo
haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda
atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del
supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” Fil 3.13-14.
Sin importar lo que hubiera pasado, sin pretender
que ya era perfecto o que había logrado el objetivo, seguía avanzando hacia la
meta, hacia el premio. De esta manera nosotros también podemos vivir, tal como
Jesús, quien “por el gozo puesto delante
de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del
trono de Dios.” He 12.2
Teniendo la mente puesto en la meta, en la misión,
en el premio, el gozo que tenemos por delante, podremos atravesar cualquier
situación sin importar lo difícil que esta sea. Para que al final de nuestra
vida podamos decir como el apóstol: “He
peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo
demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez
justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su
venida.” 2 Ti 4.7-8
PARA
PENSAR
¿Has
considerado tu propósito en la vida? ¿Tus compañeros y vos mantienen en mente el
objetivo a cumplir? ¿Estás continuamente buscando formas para ayudar a su
equipo a llevar a cabo su misión?
PARA HACER
Para mejorar tú
conciencia de la misión…
•
Examina si tu equipo está
enfocado en su misión. Es difícil mantener una mentalidad con conciencia de
misión en un equipo que no parece tener una misión. Definitivamente, un equipo
no es realmente un equipo si no se dirige a alguna parte. ¿Tiene tu equipo u
organización una declaración de misión? Si no, trabaja para que el equipo
formule una. Y si la tiene, mira si las metas del equipo corresponden a su
misión. Si los valores, misión, metas y práctica de un equipo no son
compatibles, entonces te espera un tiempo difícil como miembro del equipo.
•
Busca formas de mantener la
misión en mente. Si sos una persona estás acostumbrada a trabajar sola, o que tendes
a enfocarte en lo inmediato y perdes de perspectiva el panorama general, es
posible que necesites ayuda adicional para recordar la misión del equipo. Escribí
la misión del equipo y ponela en un lugar donde puedas verla. En el espejo del
baño, en el monitor de tu computadora o en una placa para el escritorio.
•
Aporta lo mejor de tu persona
como miembro del equipo. Proponete hacer la mejor contribución en el contexto
del equipo y no como un individuo. Esto puede significar que quizás tengas que
asumir una posición “invisible” por un tiempo; o que tengas que enfocar a tu círculo íntimo en
una forma que contribuya más a la organización, aunque esto te reste reconocimiento.
CONCLUSIÓN
Los buenos
jugadores ven más allá que los detalles del momento. Están siempre conscientes
de la misión de su equipo y trabajan para que esa misión se alcance.