Los enunciados de misión son también vitales para la
buena organización de la empresa. Uno debe elaborar de enunciados de misión
efectivos. Y, para ser efectivo, el enunciado tiene que surgir de las entrañas
de la organización. Todos deben participar de un modo significativo: todo el
mundo, y no sólo los planificadores superiores de la estrategia. Una vez más,
el proceso de participación es tan importante como el producto escrito, y
constituye la clave para su uso.
Existe una diferencia real, toda la diferencia del mundo,
entre la efectividad de un enunciado de misión creado por todos los miembros de
la organización y la de otro redactado por unos pocos ejecutivos de nivel
superior entre paredes color caoba.
Uno de los problemas fundamentales de las organizaciones
(entre ellas las familias) consiste en que las personas no están comprometidas
con las determinaciones de otras personas para con sus vidas. Simplemente no
las «compran». No son «accionistas morales» de la empresa.
Sin participación no hay compromiso. Destaque esta frase,
subráyela, haga una señal al margen,
póngale un asterisco. Sin participación no hay compromiso.
Ahora bien, en las primeras etapas, cuando una persona es
nueva en una organización, o un niño es pequeño y «nuevo» en la familia, es
perfectamente posible fijarles una meta, y ellos la adoptan, en particular si
la relación, la orientación y el adiestramiento son buenos.
Pero cuando las personas maduran y sus propias vidas
adquieren un significado independiente, quieren participación, una
participación significativa. Y si no tienen participación, no comparten.
Entonces se debe afrontar un problema motivacional significativo que no puede
resolverse en el mismo nivel de pensamiento que lo creó.
Por ello, crear un enunciado de la misión organizacional
cuesta tiempo, paciencia, participación, habilidades y empatía. Una vez más, no
se trata de un remiendo rápido. Se necesita tiempo y sinceridad, principios
correctos, y coraje e integridad para ordenar la estructura del sistema y el
estilo de organización con el modo de ver y los valores compartidos. Pero ese
enunciado se basa en principios correctos y da resultado.
Un enunciado de la misión organizacional —que
verdaderamente refleje el modo de ver y los valores compartidos y profundos de
todos los miembros de la organización— crea una gran unidad y un enorme
compromiso. Crea un marco de referencia en el corazón y la mente de las
personas, un conjunto de criterios o directrices bajo cuya guía habrán de gobernarse.
No necesitan que nadie los dirija, controle, critique o registre infracciones.
Comparten el núcleo invariable de lo que la organización persigue.
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