En último término, como ha observado Marilyn Ferguson,
«Nadie puede convencer a otro de que cambie. Cada uno de nosotros custodia una puerta del cambio que
sólo puede abrirse desde adentro. No podemos abrir la puerta de otro, ni con
argumentos ni con apelaciones emocionales».
Si usted decide abrir su «puerta del cambio» para
comprender y vivir realmente los principios encarnados en los siete hábitos, no
dudo en asegurarle que sucederán varias cosas positivas.
Primero, su desarrollo será evolutivo, pero el efecto
neto será revolucionario. ¿No está usted de acuerdo con que el principio del
equilibrio P/CP por sí solo, si se vive intensamente, puede transformar a la
mayoría de los individuos y las organizaciones?
El efecto neto de abrir «la puerta del cambio» a los
primeros tres hábitos (los hábitos de la victoria privada) aumenta
considerablemente la autoconfianza. Llegará a conocerse más profundamente y
significativamente: a conocer su naturaleza, sus valores más profundos y su singular
capacidad de aportación. Mientras viva sus valores, disfrutará del regocijo y
la paz que habrán infundido en usted su sentido de la identidad, su integridad,
su autocontrol y su capacidad autodirectiva. También se definirá desde adentro,
y no a través de las opiniones de la gente o de la comparación con otros. Lo
«correcto» y lo «incorrecto» tienen poco que ver con el hecho de ser juzgado.
Paradójicamente, descubrirá que cuanto menos se preocupe
por lo que otros piensan de usted, más le preocupará lo que los otros piensen
de sí mismos y de sus mundos, e incluso de sus relaciones con usted.
Dejará de basar su vida emocional en las debilidades de
otras personas. Además, le resultará más fácil y deseable cambiar, porque hay
algo (un núcleo profundo) que es esencialmente constante.
Cuando se abra a los tres hábitos siguientes (los hábitos
de la victoria pública), descubrirás y liberarás los deseos y los recursos para
reparar o reconstruir relaciones importantes que ahora están deterioradas o
incluso rotas. Las buenas relaciones mejorarán, se volverán más profundas, más
sólidas, más creativas y más intrépidas.
El séptimo hábito, si se internaliza profundamente,
renovará los seis primeros y dará al lector una verdadera independencia y
capacidad para la interdependencia efectiva. Por medio de él podemos cargar nuestras
baterías.
Sea cual fuere su situación actual, le aseguro que usted
no es sus hábitos. Puede reemplazar las pautas antiguas de una conducta
derrotista por pautas nuevas, nuevos hábitos de efectividad, de felicidad y de relaciones
basadas en la confianza.
Le exhorto sinceramente a que abra la puerta del cambio y
el desarrollo mientras estudia estos hábitos.
Sea paciente con usted mismo. El propio desarrollo es
grato; es algo sagrado. No hay mejor inversión posible.
Obviamente, no es un proceso rápido. Pero le aseguro que
experimentará beneficios y obtendrá resultados inmediatos que le resultarán
alentadores. Según decía Thomas Paine: «Lo que conseguimos con demasiada facilidad
nunca es objeto de gran estimación. Sólo lo que nos cuesta obtener otorga valor
a las cosas. El cielo sabe poner un precio adecuado a sus bienes».
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